…”Luz de provincia”, esa que “un fresco abrazo de agua la nombra para siempre”, como evocó Carlos Mastronardi.
Guillermo Bekes también es poeta. Absorto en la contemplación que lo empuja al Centro experiencial, y por un oculto milagro del Arte, la prístina pluma humedecida se transforma en pincel empastado, obedeciendo a las resonancias de contactos con la naturaleza, cada vez que su espíritu sensible y artista, se obliga a revelar apariciones mutables de ciertos rinconcitos provincianos abrazados por el frescor del agua que da oportunidad a la cultura.
Comentario del Crítico de Arte argentino Osvaldo López Chuhurra.