Nace en Vic (Barcelona) en 1966. Desde muy pequeña vive en un ambiente artístico, su padre es el escultor Joan Seguranyes y su abuelo también escultor inició en el año 1923 el taller de escultura y restauración en el que ella lleva trabajando más de 20 años y donde aprendió las técnicas de restauración sobre todo de pintura, dorados e imágenes policromadas.
Anna Seguranyes, nos cuenta la realidad desde una óptica no frecuente. En su pintura se unen la figura y su entorno, pero marcando las distancias, creando espacios diferenciados; el ambiente, el paisaje, parece accidental, pero no lo es; su misión es potencial la figura. Para ello utiliza colores planos.
Anna Seguranyes nos ofrece una pintura impregnada de modernidad, contempla y describe la juventud-casi siempre son jóvenes sus personajes- interesados por motos, coches, caballos o curioseando un cartel que a buen gusto seguro anuncia el concierto de un ídolo musical o el último estreno cinematográfico.
Instalada su obra sobre un dibujo muy cuidado realizado por un juego cromático de contrastes y matices. Una bocanada de esperanza, de juventud, de ilusión y belleza.
Es una obra muy personal, de las que no precisan firma para saber su autoría, cosa difícil de lograr y que ella ha conseguido en plena juventud.
J.Llop S.- Revista GAL ART
Hay una particular y especial iconografía en la obra de Anna Seguranyes, un canto a la vida e incluso a la esperanza, en el que une el pasado reciente, que a veces parece pertenecer a tiempos remotos con la modernidad más candente. Coches y motos antiguos, mezclados con personajes casi siempre jóvenes, juventud que resalta a través de ropas y peinados, e incluso en la forma de vivir, libre y sin complejos. Anna Seguranyes, responde a la actualidad, al momento de la sociedad que le ha tocado vivir. Pintura de trazo limpio resuelta con seguridad, sabiendo rimar el detalle con espacios de un solo color. Obra de buena factura.
- Nebot (GAL-ART)
Modernidad, captar el momento actual de la vida, y un sentido del color especial,nítido, conjugando amplias superficies, caracterizan la obra de Anna Seguranyes. Es el presente, el ahora y aquí, es la escena atrapada en la calle, el músico que en una esquina de una calle del barrio francés – que en realidad es español- de New Orleans toca un banjo; es una maternidad atrapada de manera espontánea, sin forzar, sin pose. El niño en brazos de la madre contemplando como cuatro globos surcan los cielos empujados por el gas y los vientos.
Hay un dibujo firme, un trazo seguroy una composición muy especial, todo puesto al servicio de una paleta plena de luz soterrada, de colores que marcan y definen espacios. Anna Seguranyes nos ofrece una visión propia con raíces lejanas en el cartelismo; busca y consigue, mandar un mensaje de clara lectura: la vida es bella es el lema preside su bien hacer.
- Gabiria